jueves, 24 de junio de 2010

Competencias básicas en las TIC

Artículo de la Universidad Autónoma de Barcelona en el cual se plantean las competencias básicas que se están demandando desde las TIC y el cambio que está generando en el rol del estudiante.


http://peremarques.pangea.org/competen.htm

Tratamiento de la información y competencia digital

Las tecnologías de la información y de la comunicación (TICS) son uno de los principales componentes y motores de la sociedad de la información.

La competencia de tratamiento de la información y competencia digital es disponer de habilidades para buscar, obtener, procesar y comunicar información, y para transformarla en conocimiento. Incorpora diferentes habilidades, que van desde el acceso a la información hasta su transmisión en distintos soportes una vez tratada, incluyendo la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación como elemento esencial para informarse, aprender y comunicarse.

Ser competente en la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación como instrumento de trabajo intelectual, incluye utilizarlas en su doble función de transmisoras y generadoras de información y conocimiento.

Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico

La competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico se define como la habilidad para interactuar con el mundo físico, en sus aspectos naturales como en los generados por la acción humana, de modo que facilite la comprensión de sucesos, la predicción de consecuencias y la actividad dirigida a la mejora y preservación de las condiciones de vida propia, de los demás seres humanos y del resto de los seres vivos.

La interacción con el espacio físico requiere la adecuada percepción del espacio físico en el que se desarrolla la vida y la actividad humana y también una respetuosa interacción con el mismo.

La competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico incluye ámbitos del conocimiento muy diversos (ciencia, salud, actividad física, consumo, procesos tecnológicos, etc.).

Las dimensiones asociadas a esta competencia son cinco: conocimientos de objetos cotidianos, procesos tecnológicos y medio ambiente que conforman el pensamiento científico técnico y consumo y salud, que tienen un carácter más de aplicación práctica.

El proyecto PISA ha estructurado su marco de evaluación en ciencias desde cuatro dimensiones: los contextos, los conocimientos científicos, las competencias y las actitudes.

domingo, 20 de junio de 2010

Competencia matemática

En la visión actual de la educación matemática se está priorizando su carácter práctico y su conexión con la vida cotidiana.

La competencia matemática es la habilidad para utilizar números y sus operaciones básicas, los símbolos y las formas de expresión y razonamiento matemático para producir e interpretar informaciones, para conocer más sobre aspectos cuantitativos y espaciales de la realidad y para resolver problemas relacionados con la vida diaria y el mundo laboral.

La finalidad en esta competencia se alcanza en la medida que el alumno es capaz de aplicar los conocimientos matemáticos de manera espontánea a una amplia variedad de situaciones, provenientes del resto de los campos de conocimiento y de la vida cotidiana.

La competencia de manejo de elementos matemáticos hace referencia a la capacidad para identificar, relacionar, describir y representar los elementos matemáticos.

El uso de herramientas matemáticas es la habilidad para utilizar, de manera autónoma y creativa, las herramientas propias de la expresión matemática para explicitar el propio pensamiento.

El uso de representaciones matemáticas es la capacidad de representar y describir los distintos objetos, situaciones matemáticas, composiciones y configuraciones espaciales a partir de una información dada o del mismo entorno.

Competencia lingüística

La competencia en comunicación lingüística es la habilidad para expresar e interpretar pensamientos, sentimientos y hechos de forma oral y escrita (escuchar, hablar, leer y escribir), y para interactuar lingüísticamente de una manera adecuada en todos los posibles contextos sociales y culturales, como la educación y la formación, la vida privada , profesional, y el ocio.

La contribución de la competencia lingüística a la construcción personal de saberes es fundamental.

El desarrollo de la competencia lingüística es clave para aprender a resolver conflictos y para aprender a convivir.

Distinguimos dos grandes tipos de discurso oral: el discurso poli gestionado y el discurso mono gestionado.

La comunicación escrita, es una herramienta indispensable para el desarrollo individual y social, esencial para el aprendizaje y la transmisión de conocimiento en todos los ámbitos.

En el Informe PISA se define la competencia lectora como: la comprensión y el empleo de textos escritos y la reflexión personal a partir de ellos con el fin de alcanzar las metas propias, desarrollar el conocimiento y el potencial personal y participar en la sociedad.

¿Qué son y para qué educar en competencias?

El enfoque de educar por competencias surge para dar una respuesta más coherente a las finalidades educativas, tal como se plantean en este momento y a las exigencias que se producen desde el entorno laboral y social.
El concepto de competencia surge dentro del mundo empresarial asociado a conceptos de selección, evaluación del desempeño, productividad, etc...
Existen diferentes iniciativas europeas que definen el concepto de competencia clave y hacen propuestas de posibles clasificaciones de dichas competencias clave.
Entendemos por competencia clave, un conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes esenciales para que todos los individuos puedan tener una vida plena como miembros activos de la sociedad.
Las competencias básicas no son, en sí mismas, conocimientos, habilidades o actitudes por separado, aunque integran los tres tipos.
Para que se den las competencias básicas deben existir situaciones reales o simuladas en las que estas se puedan manifestar.
La aplicación de competencias básicas se ponen en marcha en situaciones que nos permiten integrar esos recursos y manifestarlos de forma eficiente.
El enfoque por competencias implica cambios en “para qué y qué enseñar”, y también sobre el “cómo enseñar y evaluar”. Según este planteamiento todos los docentes son educadores cuya función es preparar a los alumnos para que actúen de forma eficaz en todos los ámbitos de la vida.
En la LOE se han incluido las competencias básicas del currículo considerándolas un referente para la evaluación.